La cantidad de cárteles que se disputan el control del narcotráfico en México varía según las fuentes. La Procuraduría General de la República (PGR) estima que el narcotráfico está en manos de dos grandes grupos, dirigidos por Joaquín Guzmán y Osiel Cárdenas y la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) declara que hay 30 grandes organizaciones criminales mexicanas a cargo del tráfico de droga. La Sub-Procuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada de México (SIEDO) calcula que existen más de 130 células de delincuencia organizada. La Procuraduría General de la República (PGR) numera siete cárteles operando dentro del territorio mexicano: el cártel de Juárez (Carrillo Fuentes), el cártel del Golfo (Osiel Cárdenas), el cártel de Tijuana (Arellano Félix), el cártel de Colima (Amézcua Contreras), el cártel de Sinaloa (Palma-Guzmán Loera), el cártel Milenio (Valencia) y el cártel de Oaxaca (Díaz Parada).
México es país que provee mayores cantidades de drogas a Estados Unidos. El mercado de las drogas ha cambiado, antes sólo dedicado al tráfico de mariguana, cocaína y opio, ahora se ha diversificado a la producción y distribución de estupefacientes sintéticos. Estos cambios en el mercado y el deseo de dominar más territorios es lo que ha desatado esta desbocada ola de violencia.
En el transcurso de su administración, el Presidente de México Felipe Calderón lanzó un operativo masivo en contra del narcotráfico a través de la capacitación y despliegue de más de 30,000 elementos del Ejército y de la Policía Federal. En reacción a esta maniobra del gobierno, los cárteles han desatado una violencia inusitada, matando a cientos de policías, sicarios rivales y soldados. El presidente Felipe Calderón explicó que la violencia que vive el país es causada por una recomposición de los carteles de la droga tras los golpes que se han dado a sus estructuras. El Presidente Calderón ha hecho de los procesos de extradición una de las armas principales para combatir a la delincuencia organizada, y en año y medio envió a Estados Unidos a 120 delincuentes con apoyo de ese mecanismo. México tiene firmados 24 tratados de extradición a nivel mundial, pero es con el gobierno de Estados Unidos con el que se efectúa 90 por ciento del trabajo en esa materia
La violencia del crimen organizado se ha expandido de manera desenfrenada durante los últimos meses. Edgar Guzmán, de 22 años de edad e hijo del “Chapo”, líder del poderoso Cártel de Sinaloa, fue asesinado el 10 de Mayo del 2008 en el estacionamiento de un centro comercial de su natal Culiacán, sus asesinos dispararon más de 500 balas. Más de 1,100 personas han muerto en crímenes relacionados al narcotráfico de enero a mayo del 2008; más de 2,500 personas murieron en este tipo de hechos durante todo el 2007.
Aun tras las rejas, los narcotraficantes continúan manipulando sus cárteles, impartiendo órdenes para eliminar rivales y dejando en evidencia la falta de capacidad del Estado para desarticular al crimen organizado. Uno de los casos más notorios de la impunidad que gozan quienes ya están detenidos sucedió en enero de 2001, cuando Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, jefe del cártel de Sinaloa y uno de los narcotraficantes más importantes de México, se fugó de la prisión de máxima seguridad. Es tal la corrupción entre algunos funcionarios, que los cabecillas de las redes del narcotráfico tienen libertad de acción dentro de los penales.
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