Dirección de Asuntos Internacionales relativos a Narcóticos y la Aplicación de la Ley Washington, DC 10 de agosto de 2005 Desafíos El éxito de las actividades de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, y de la campaña de seguridad fronteriza por parte de México sigue siendo crucial para que los EE.UU. puedan emprender iniciativas de seguridad fronteriza y estrategias de control de drogas a nivel nacional. Con una frontera terrestre con los EE.UU. de 2.000 millas de longitud y el tráfico transfronterizo más grande del mundo, México es un punto natural de transbordo de drogas y demás contrabando con destino a los EE.UU. y Canadá. Alrededor del 70 al 90 por ciento de las drogas ilícitas de América Latina ingresan en los EE.UU. por México y sus aguas territoriales. Aun con las medidas importantes y permanentes por parte de México para combatir el cultivo ilícito (que en 2004 erradicó más de 14.700 hectáreas de adormidera y más de 30.100 hectáreas de marihuana), México sigue siendo uno de los principales productores de heroína y marihuana destinadas a los EE.UU. Las organizaciones delictivas con sede en México controlan el narcotráfico con destino a los EE.UU. y dentro del territorio estadounidense, y causan un grado considerable de violencia, corrupción y otros delitos en ambos países, en particular a lo largo de la frontera de los EE.UU. y México. La capacidad de México de combatir el narcotráfico y demás actividades de la delincuencia internacional se ve obstaculizada por serias restricciones presupuestarias, la corrupción endémica e ineficiencias dentro de las instituciones de aplicación de la ley y de justicia penal. No obstante, el Gobierno de México reconoce la amenaza que el narcotráfico y el consumo de drogas representan para la seguridad nacional y la salud pública, así como para los intereses bilaterales y regionales. Bajo el Gobierno del Presidente Fox, México ha sostenido una intensa campaña antidrogas que ha permitido capturar a importantes figuras del cartel de narcotraficantes e incautar grandes cantidades de drogas ilícitas y demás recursos criminales. La Oficina del Procurador General de la República (PGR) y la Secretaría de Defensa Nacional de México (SEDENA) reforzaron la capacidad de sus instituciones e identificaron y erradicaron la corrupción en muchas zonas. Estas llevaron a cabo una erradicación enérgica de cultivos de cannabis y adormidera. Por esta dedicación a combatir el narcotráfico en todas sus formas, la cooperación bilateral ha pasado de una etapa de desconfianza mutua a una etapa de cooperación sin precedentes. Principales objetivos de los EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico
Los programas bilaterales de aplicación de la ley con los EE.UU. promueven y apoyan las actividades de México para fortalecer la capacidad institucional y de infraestructura de sus sectores judicial y de aplicación de la ley, y se centran en la lucha contra el narcotráfico y la seguridad a lo largo de la zona fronteriza de los EE.UU. y México. El enfoque de los EE.UU. en los programas bilaterales consiste en mejorar la cooperación entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley con miras a: perseguir con resolución a los elementos de la delincuencia organizada; incautar drogas, armas, explosivos y demás contrabando ilícito que perjudiquen a los ciudadanos de los EE.UU.; centrarse en el producto financiero obtenido de las actividades delictivas; y fortalecer las instituciones judiciales y encargadas de hacer cumplir la ley. A continuación se describen las principales categorías de programas bilaterales que abordan estos objetivos fundamentales. Control de fronteras Los Gobiernos de los EE.UU. y de México emprendieron el programa de Control de Fronteras después de la firma del acuerdo bilateral de 2002 de Alianza para la Frontera. A partir de 2003, los organismos asociados de los EE.UU. y México crearon proyectos piloto para emplear la tecnología moderna con el fin de mejorar la capacidad de México de detectar e incautar embarques de armas de posibles terroristas, drogas ilícitas, dinero en efectivo y demás contrabando (especialmente a lo largo de su frontera terrestre común con los EE.UU.) y simultáneamente acelerar la circulación transfronteriza legítima de visitantes, mercancías y servicios de buena fe. Estas actividades no sólo ayudan a fortalecer los controles fronterizos de México (por ejemplo, por medio del uso de equipos de inspección no intrusivos), sino también a mejorar la cooperación bilateral (como por medio del uso de sistemas informáticos para intercambiar información sobre los manifiestos de pasajeros de líneas aéreas). En respuesta a los problemas de seguridad pública en la frontera, los EE.UU. proporcionaron también adiestramiento en seguridad y equipos de rescate al personal fronterizo mexicano. La Dirección de Asuntos Internacionales relativos a Narcóticos y la Aplicación de la Ley (INL) sigue ampliando estos programas bilaterales. Aplicación de leyes relativas al narcotráfico y la delincuencia/Administración de la justicia Los programas en esta categoría proporcionan asistencia material y técnica, incluido el desarrollo profesional, a las oficinas y programas mexicanos de aplicación de la ley, y se centran principalmente en la Oficina del Procurador General (PGR) de México. El objetivo consiste en mejorar la capacidad institucional de los investigadores penales, fiscales y expertos penales de las instituciones mexicanas federales, estatales y municipales de investigación, fiscalía y judiciales para actuar eficazmente en la lucha contra el narcotráfico y demás actividades de la delincuencia organizada, incluido el terrorismo. Los proyectos de estos programas incluyen la profesionalización y capacitación, apoyo de equipos e infraestructura, asistencia para la erradicación de cultivos ilícitos para la producción de drogas e interdicción del tráfico de drogas, apoyo técnico y logístico para la aviación, actividades para fortalecer los controles del lavado de dinero, iniciativas de lucha contra la corrupción y el programa "Cultura de la Legalidad" (una iniciativa escolar para inculcar un mayor respeto por el estado de derecho). Concientización sobre el problema de las drogas/Reducción de la demanda/Movilización comunitaria El creciente consumo interno de drogas en México constituye un grave problema social y ofrece a los narcotraficantes un creciente mercado rentable. Los programas bilaterales se centran en la información pública y en la educación destinadas a las poblaciones de alto riesgo para prevenir el consumo de drogas ilícitas, principalmente en las zonas urbanas y en las comunidades a lo largo de la frontera común. Los proyectos apoyan a las organizaciones comunitarias no gubernamentales que se esfuerzan por sacar de la calle a los jóvenes, alejarlos de la drogadicción y la delincuencia, y hacerlos participar en otras actividades más sanas. El apoyo material incluye material impreso y programas de extensión, así como un plan de estudio para prevenir la drogadicción y la delincuencia. Los EE.UU. también apoyan un pequeño programa comunitario en Ciudad Juárez que asiste a las víctimas de la violencia familiar relacionada con parejas alcohólicas o drogadictas. |
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lunes, 15 de noviembre de 2010
Programa de lucha contra el narcotráfico y de aplicación de la ley por país: México
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