El 14 de diciembre de 2006, Eugenio Elorduy, gobernador de Baja California, anunció un operativo similar en su estado con la cooperación entre el gobierno federal y el estatal. Este operativo comenzó en diciembre de 2006 en la ciudad fronteriza de Tijuana. Al comienzo de 2007, estos operativos se extendieron a los estados que conforman el triángulo dorado: Chihuahua, Durango y Sinaloa.
El balance que deja la administración estatal en el periodo 2001-2007, existe una profunda crisis de seguridad pública, que solamente en el 2007 deja 340 muertes violentas relacionadas con el narcotráfico, según las estadísticas de la secretaría de seguridad pública federal, colocando a Baja California como una de las entidades más inseguras del país, además de sus múltiples inversiones personales en el estado que nacieron durante su periodo de funciones.
RECUENTO DE LOS HECHOS
El 13 de enero, 300 elementos del Ejército Mexicano se internaron en esta zona y para el 15 del mismo mes ya estaban instalados más de nueve mil efectivos militares, que al paso de una semana serían apoyados por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal Preventiva (PFP).
El 23 de enero, en una rueda de prensa llevada a cabo en Los Pinos por el Gabinete de Seguridad integrado por la Secretaría de Gobernación, de la Defensa Nacional, Marina, PGR y Seguridad Pública federal, dieron a conocer los primeros resultados del Operativo Sierra Madre, en los que señalaron que del 7 al 20 de enero fueron realizadas en esas tres entidades 169 operaciones, se instalaron 119 bases en 12 municipios y se destruyeron cuatro mil 923 plantíos de marihuana y 725 de amapola.
Los patrullajes en la zona arrojaron el decomiso de 14 armas largas, 19 cortas, cuatro vehículos y más de 41 mil pesos.
Asimismo, se informó por parte de la Procuraduría de Sinaloa sobre la detención de jornaleros involucrados en el narcotráfico, 11 en el poblado El Durazno, Durango, y uno en el municipio de Mocorito, aledaño al norte de Culiacán, Sinaloa.
Mientras tanto, se hacía del conocimiento que en Durango, el Ejército se había desplazado a la región de las Quebradas, zona serrana de difícil acceso que incluye los municipios de Canelas, Topia, Tamazula, San Dimas y Otaez, colindantes con Sinaloa y Chihuahua.
Para inicios de febrero, el operativo se extendió hacia la región de Gómez Palacio, y se reforzaron en Pueblo Nuevo y Santiago Papasquiaro los retenes locales, llevados a cabo por las delegaciones duranguenses de la PFP y de la PGR.
El 20 de febrero, las autoridades federales dieron a conocer nuevos resultados, en los que informaron que durante el operativo llevaban detectados 13 mil 695 plantíos de marihuana en una superficie de dos mil 608 hectáreas, además de tres mil 408 sembradíos de amapola hallados en un área de 543 hectáreas.
Destruyeron 196 toneladas de marihuana en greña, 340 kilos de marihuana empaquetados e incineraron mil 261 kilos de semilla del mismo enervante, así como también quemaron 102 kilogramos de semilla de amapola.
Aseguraron 48 armas largas, 54 cortas, dos mil 588 cartuchos de diferentes calibres, 31 vehículos, tres aeronaves, 141 mil 440 pesos y 20 mil dólares americanos.
En esa misma fecha, se conoció en la entidad que los elementos del 72 Batallón de Infantería pertenecientes a la Décima Zona Militar, con sede en Durango, bajaron? de la Sierra y fueron relevados por los de la 71 Compañía, quienes estaban destacamentados en Santiago Papasquiaro, pero, de manera inexplicable, después de cinco días de descanso de los recién llegados, fueron llamados nuevamente y se dirigieron otra vez a la Sierra Madre.
La situación del poco descanso para los militares, quienes ya tenían más de un mes en el triángulo dorado?, resultó incómoda para varios de los soldados, quienes decidieron desertar del Ejército, mientras que los demás acataron las órdenes y siguen en la lucha contra el narcotráfico en la región de las Quebradas, habiendo quedado casi desolado de personal castrense el resto de la entidad.
De acuerdo con las declaraciones del presidente municipal de Tamazula, Jaime Rivas Loaiza, según los comentarios de los soldados, el operativo duraría seis meses en la región serrana de Durango.
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